El mundo ha cambiado. Nadie nos esperábamos una situación en la que todo aquello que dábamos por supuesto iba a cambiar tan de repente, de un día para otro. Sin más un día tuvimos que quedarnos en casa y enfrentarnos a una realidad dolorosa con un componente amplio de lo desconocido. Por supuesto lo prioritario, la sanidad, esa lucha incansable en la búsqueda de la cura de un letal virus del que nadie estamos libres. Pero otra parcela que surgió en nuestras vidas de forma imparable en esta nueva realidad es la tecnología. Las videollamadas, las compras online, el teletrabajo… El consumidor digital se multiplicó exponencialmente y tanto empresas como consumidores se han dado cuenta de la importancia de la digitalización. Hoy más que nunca quien no está en internet no existe.
Al igual que en otros sectores, la aceleración en la adopción del uso de dispositivos y aplicaciones digitales ha sido una de las únicas noticias positivas de esta crisis y ahora es el momento de avanzar en muchas de las ideas que las compañías tenían ralentizadas en su estrategia. Estamos ante un escenario no previsto y sobre el cual nadie tiene una planificación hecha. Va a haber dos formas de enfrentar o enfocar una salida a esta situación: quien se lamenta de ella y quien ve esto como una oportunidad para crecer en el negocio, particularmente si la competencia no puede seguir el paso de adaptarse.
Una gran tendencia en la que lo digital le irá comiendo terreno a lo físico, hasta que este último se convierta en un ámbito exclusivo de actividades de aportación de valor en el que las tareas rutinarias que puedan ser digitalizadas, lo serán.
Ahora es el momento, no esperes más y digitaliza tu empresa.